De aquel niño campesino que sembraba pepinos, me quedan las ganas de salir adelante.
Del adolescente que vendía verduras en el mercado, me queda el talante para no dejarme contaminar del medio.
Del joven que manejaba motos para estudiar me queda la lucha por los sueños.
Hoy cuando miro hacia atrás puedo ver la mano de Dios guardándome y cuando pienso en el futuro lo veo a Él ayudándome y diciendo "Aún falta mucho, la carrera aún no termina, pero YO estaré contigo".
Del adolescente que vendía verduras en el mercado, me queda el talante para no dejarme contaminar del medio.
Del joven que manejaba motos para estudiar me queda la lucha por los sueños.
Hoy cuando miro hacia atrás puedo ver la mano de Dios guardándome y cuando pienso en el futuro lo veo a Él ayudándome y diciendo "Aún falta mucho, la carrera aún no termina, pero YO estaré contigo".
BIENAVENTURADOS LOS MANSOS POR QUE ELLOS POSEERÁN LA TIERRA...
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